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¿Saben aquel que diu, el que «cata en un ya”?

Quién diría lunes de resaca, pero ahí estás, sentado en la mesa de la cocina a eso del mediodía, con las gafas sucias, el pelo alborotado y una botella de Grimau gran reserva que acababas de abrir. Hasta bien pasada tu adolescencia no eras capaz de paladear el cava y ahora no te falta marca exclusiva que catar. Igual porque también te lo regalan a espuertas desde que estás en el poder. Y es que una victoria inesperada hace que sepa mejor todavía.

Antes, para convencer a las masas, se necesitaban ensayos de al menos unas cuantas decenas de páginas. Ahora, con 140 caracteres y un par de fotos curiosas, tienes para la redacción de toda una constitución con la masa detrás deseando nadar en ella. Como ocurre con la pintura minimalista, que con cuatro pinceladas sobra y aun así puede convertirse en toda una ideología sensacionalista. Has ganado lo que llamas referéndum con papel de fumar, pero es que la espuma ayuda, independientemente de donde salga.

Ebrio de poder, henchido de soberbia, defiendes como mal emperador una ideología barata en la tierra que no te pertenece, que se te escapa, como el niño consentido de familia burguesa que eras. Entonces ya llevabas el pelo cortado a tazón y creías que ese parque donde te solían llevar tus padres era todo tuyo. Ni siquiera te apeabas del carricoche, no fueras a manchar tu ropa de domingo, y aun así querías jugar con ella, construyendo castillos de arena sobre tus montes y más montes. —Tanto monta… Escolti tú, que esa no nos viene bien—.

Creciste sin ver valles más allá de tus narices, tan solo campos de fútbol, cegado por esa miopía intelectual que produce el desvío del periodismo hacia el deporte estrella de la nación que tanto odias. Creías que pegar patadas al balón es cultura y “Terra Lliure” su parcela como huerta ecológica manufacturada, así que seguiste con lo tuyo para crecer, viajando hacia el este del continente para impregnarte en las nuevas tecnologías de la información, hasta que la Generalitat te subvencionó “A Cada Notícia” que les mandaras por encargo.

No te fue tan mal en tu trabajo. Conseguiste un buen tajo entre conocidos de nivel e incluso sacaste a esa rumana lista demente, filóloga y ortodoxa, de la dictadura de su país para meterla en el tuyo. A cambio te dio sexo y dos criaturitas. Ahora te sientes como Lenin con la sangre de Karl Marx, aunque falte la hoz, el martillo y la llave inglesa en la “estelada”.sobre fondo azul. La URSS no terminó de funcionar pero fue un buen ensayo, la URC (Unió Republicana de Catalunya) es otra historia, un dos punto cero de la versión original.

Hace tiempo que tus pies no tocan suelo. Vuelas tan alto que 4 de las piezas de ese puzzle, el que perfila la península Ibérica, aparecen coloreadas de amarillo. El mismo color del globo aerostático que te acuna y te canta la “senyera”, el mismo color de los lazos y esteladas con las que te limpias el culo en privado. Flotas en el aire entre nubes de algodón, mientras otros tantos, los que metieron bajo tierra, sueñan todas y cada una de las noches que pasan en prisión con tirar de la soga y traerte de vuelta a sus infiernos.

Lo que siempre soñaste, lo que creías imposible, esa tierra en igualdad de oportunidades para los de tu patria, se habría ante tus ojos de tal forma que crees poder palparlo ya. La Cup es un buen recipiente para tu cava, y Marcela tu Eva, así que termina el espumoso que catas para escapar del Génesis con todas las malditas manzanas metidas donde os quepan. La serpiente va incluida, Loquillo y los Trogloditas no.